¿Qué vas a encontrar en este post?
La goma de tu nevera tiene un papel importantísimo en su mantenimiento. Puedes evitar compra todo un equipo nuevo con, simplemente, cambiar o arreglar la goma de la nevera.
El uso diario afecta al rendimiento de la goma y por consiguiente, a todo el frigorífico. Si a ti también se te ha estropeado la goma de la nevera, este artículo te interesa.
Funciones de la goma.
Su principal función es la de cerrar herméticamente la puerta. Esto conlleva a que la temperatura interior se mantenga, el motor no se dañe, se alargue la vida útil del electrodoméstico y ahorres energía.
En el interior de tu nevera hay una corriente continua de aire. El objetivo es mantener tus alimentos y bebidas en perfecto estado. Si la goma de la puerta no permite que se cierre bien tu frigorífico, forzarás que el motor tenga que trabajar de forma más intensa.
Comprueba siempre su estado.
En cuanto observes que hay algún tipo de fisura o deterioro, arréglalo. Suelen aparecer en las esquinas al ser la zona que recibe el impacto cuando se cierra la puerta. Hay un truco para que sepas si tienes que cambiar la goma o no:
- Abre la puerta de tu nevera.
- Coloca un papel de cocina en la parte que entra en contacto con la goma.
- Cierra la puerta.
- Intenta extraer el papel.
Si puedes hacerlo es que la goma no cierra bien. Cuando empiezas a ceder solo lograrás que, progresivamente, vaya empeorando.
Cómo arreglar la goma de la nevera
¿Nevera nueva? Ablanda la goma
Quizá te acabas de comprar una nevera inteligente, por ejemplo, y notas que no cierra bien. Es normal que al principio la goma esté algo más dura. En unos días debería superarse el problema.
Si no es así, deberás aplicar un poco de calor. Tu objetivo es conseguir que la goma se dilate ligeramente.
- Usa un secador sobre la goma. El calor irá, poco a poco, dilatando la goma hasta que se termine adaptando a la forma necesaria.
- Usa una pistola de calor. Si no tienes experiencia, es más adecuado que lo evites, ya que podrías derretir la goma.
Otros problemas relacionados con la goma de tu frigorífico
La goma está pegada
Suele ocurrir que la goma está demasiado pegada, lo que impide que la puerta se cierre correctamente. Bastaría con meter el dedo para separarla. Si no puedes, usa algún objeto romo para hacerlo. Ten cuidado durante la operación para evitar romperla.
La goma está seca
Cuando esto sucede lo habitual es que la goma se quede muy dura o que empiece a no ser tan eficaz. Lo más adecuado es que uses vaselina pura. Extiéndela generosamente por toda la goma. Lograrás que el caucho se vaya hidratando y lo protegerás frente a posibles roturas.
Te aconsejamos que compres el repuesto original. Mientras llega, usa un burlete adhesivo de los que se instalan en la parte baja de las duchas o bañeras. Durará unos días, pero conseguirás que la puerta de tu nevera cierre correctamente.
Otra alternativa es usar un cierre hermético. Consta de dos partes que se unen mediante una cinta a medida. Quizá no sea algo demasiado estético, pero es bastante útil.
La goma está rajada
Comienza limpiando muy bien para detectar dónde está la rotura. Es entonces cuando deberías inyectar silicona para baños en los orificios correspondientes. Espera unas horas hasta que se seque totalmente.
El resto de trozos puedes usar un pegamento rápido para lograr recuperar la funcionalidad de la goma.
¿Cómo se cambia una goma de frigorífico?
Si las alternativas anteriores no te ofrecen el resultado que buscas, deberás cambiar la goma. Ten en cuenta las siguientes indicaciones:
- Desenchufa tu frigorífico.
- Retira la goma rota. Deberías conseguirlo tirando suavemente.
- Limpia bien el marco y las guías de la puerta. Usa un producto para quitar la grasa. Seca bien la superficie.
- Instala la goma. Empieza siempre arriba a la derecha y desplázate hacia la izquierda. Ve colocando los cuatro puntos. Comprueba que la goma está dentro de la guía.
- Abre y cierra la puerta observando si el cierre es totalmente hermético. Realiza los ajustes necesarios si fuera preciso.
Este proceso es bastante sencillo. En unos 20 minutos podrás tener la nueva goma lista para su uso.
Limpia la goma una vez instalada
Para evitar que el moho o la suciedad provoquen nuevos daños, limpia tu goma de la siguiente forma:
- Humedece ligeramente la goma. No olvides que un exceso de agua puede ser perjudicial.
- Usa un poco de pasta de dientes y un cepillo para eliminar la suciedad. Basta con una pequeña cantidad. Verás cómo van saliendo los restos acumulados.
- Limpia con un paño húmedo. Repasa muy bien las juntas para que no queden restos de pasta.
También puedes usar un pincel mojado en lejía para repasar las juntas. No uses agua caliente porque podrías deformarlas. Deja que la lejía actúe durante unos 15 minutos y seca correctamente. Repite esta operación al menos una vez al mes. Evitarás que las bacterias proliferen en la goma.
La goma está bien pero la puerta sigue sin cerrar
En algunas ocasiones, la goma está en perfecto estado, pero la puerta no cierra. Puede ser que lo que esté fallando sea el imán que está debajo de la goma. Este puede ir perdiendo fuerza a medida que pasan los años.
Puedes usar un cierre magnético externo para lograr que la puerta se cierre correctamente.
Como acabas de comprobar, la goma es una de las partes más importantes de tu frigorífico. Cuidarla es sinónimo de éxito. Ahora que sabes cómo arreglar la goma de la nevera solo falta que pongas en práctica nuestras recomendaciones. Notarás el cambio tanto en la conservación de los alimentos como en tu próxima factura de la luz.
Muy bien gracias me ayudó mucho