El corazón de tu cocina
Tipos de frigoríficos:
Ya has elegido el frigorífico combi o americano que más te conviene para el uso diario. Pero, ¿Cómo quieres que se integre en tu cocina? Existen dos tipos de frigoríficos según su colocación:
Dispones de frigoríficos independientes o de libre instalación, que sólo necesitan encajar en el hueco de la cocina. Son los electrodomésticos blancos de toda la vida, aunque ahora los podemos encontrar con diseños muy variados: acabados en acero inoxidable, en negro, ¡incluso en cristal de distintos colores! Es la opción tradicional y más fácil a la hora de instalar un frigorífico en una cocina.
Si no te gusta tener los electrodomésticos a la vista, existe la opción de hacer una instalación integrable. Con este tipo de instalación, el frigorífico queda totalmente integrado el el mobiliario. Son frigoríficos diseñados con el fin de que vayan “dentro” de los muebles, unidos a las puertas, de forma que quedan totalmente ocultos, pasando desapercibidos en la cocina. Se utilizan con frecuencia en cocinas de diseño, porque se adaptan a todo tipo de mobiliario y dan sensación de uniformidad y limpieza.
Este tipo de frigorífico tiene una instalación sencilla en la mayoría de los casos. En este vídeo Bosch nos muestra cómo sería la instalación de un tipo de frigorífico integrable de su marca: