Cuantos más teléfonos inteligentes libres y tabletas hay en el mercado, más piezas de malware hay. Y es que el objetivo de éstas son nuestros dispositivos móviles. Ya sea para tomar información privada del usuario o para suscribir al mismo a servicios premium de SMS, el malware ataca de manera destacada a smartphones y tablets.
Actualmente, prácticamente no queda teléfono activo que no esté conectado a Internet de forma constante. Es una facilidad, pero también es una puerta abierta a estos malware. En cualquier caso, la llegada de sistemas operativos móviles como Android e iOS ha supuesto un mayor protagonismo para el malware, que ataca a cualquier dispositivo móvil.
¿Cuál es la consecuencia de esto? Que se ha generado un mercado de seguridad basado, principalmente, en antivirus. Pero, debemos tener en cuenta que el funcionamiento de un teléfono inteligente, por su sistema operativo, no es el mismo que el de un ordenador e igualmente los intereses de desarrolladores que crean piezas de malware no son los mismos. ¿Os imagináis dónde se encuentra el mayor problema en los teléfonos móviles? Está, en la gran mayoría de casos, en los servicios de suscripción premium.
Cuidado con las suscripciones a servicios premium de SMS
Somos nosotros mismos los que concedemos acceso a estas piezas de malware al realizar la instalación de la aplicación. Estas piezas de malware diseñadas para teléfono inteligente son capaces de enviar mensajes SMS a servicios premium, lo que supone un importante beneficio económico para los diseñadores de este malware y para nosotros puede suponer un aumento en el consumo mensual. ¿Cómo evitamos estas estafas? Debemos instalar un antivirus o simplemente un auditor de privilegios -permisos- que nos alerte de forma automática cada vez que detecta una aplicación que solicita acceso a este tipo de acciones.
Debemos tener cuidado con el tipo de aplicación que instalemos. Las propias tiendas de aplicaciones de nuestros dispositivos móviles nos ofrecen información detallada de los permisos que una aplicación nos solicita para su funcionamiento y es aquí donde nosotros mismos debemos comprobar qué pretende hacer esa aplicación una vez instalada en nuestro teléfono inteligente o tableta. Hay unas aplicaciones más fiables que otras, como WhatsApp, la cual necesita este tipo de permisos. Nos estamos refiriéndonos principalmente a aplicaciones que desconozcamos o que provengan de una fuente o desarrollador no fiable.
Robo de información privada y Spyware
Otro tipo de piezas de malware se encargan, una vez instaladas en nuestro dispositivo móvil, de recoger todo tipo de información almacenada en la memoria del terminal. Estos datos, en muchos casos, son vendidos a compañías dedicadas a la publicidad, de forma que puedan trabajar ajustándose al perfil concreto de su mercado. En otros casos, se utiliza para obtener credenciales de otros servicios y tener acceso a nuestros perfiles de redes sociales. Por otra parte, y como último ejemplo, también hay aplicaciones que, directamente, roban nuestros datos bancarios almacenados, lo que es bastante más peligroso.
¿Necesito un antivirus en mi teléfono inteligente o tableta?
Es la hora de cuestionarse si es necesario, o no, tener un antivirus instalado en nuestros dispositivos móviles. Hay que recordar que, igual que en el ordenador, consumen recursos de forma constante, lo que supone una pérdida de rendimiento y una reducción de la autonomía. No obstante, lo fundamental de estos antivirus es que, cada vez que la empresa desarrolladora detecta una nueva pieza de malware, almacena esa información en su base de datos, lo que mantiene nuestro antivirus actualizado.
A pesar de lo dicho, nosotros somos partidarios de que el sentido común es el mejor antivirus que existe. Cuando instaléis una aplicación, pensad antes de dar al botón de Aceptar. ¿Por qué necesita una aplicación acceso a nuestros mensajes SMS, a nuestros contactos, o a nuestra ubicación? Dedicad 20 segundos a encontrar el razonamiento y, si tenéis la más mínima duda, no instaléis. Informaos y aseguraos de que dicha aplicación o juego necesita realmente esos permisos. Y cuidado con las aplicaciones gratuitas que prometen mucho.
Aún así este tipo de herramientas pueden ser muy útiles y, no solamente por su detección y eliminación de virus, sino también por el resto de prestaciones que ofrecen.
Muchas de ellas son en realidad suites de seguridad móviles que permiten, por ejemplo, localizar nuestros smartphone si se extravían (o nos los roban) y borrar remotamente todos los datos en caso de que quede claro que no vamos a poder recuperarlos.
Finalmente, es el usuario el que debe decidir si le compensa pagar por esas capacidades. Pero los antivirus no son la solución al problema. El sentido común sí lo es. Y las copias de seguridad, claro.