En línea con este otro artículo, en el que te contamos cómo organizar tu frigorífico para sacarle el máximo partido, hoy queremos hablarte sobre qué alimentos deben ser conservador en la nevera y cuáles, aunque parezca lo contrario, no necesitan frío para mantenerse en buen estado.
Si cada vez que vuelves de la compra o que la recibes en casa se te presenta una auténtica odisea para guardar todo en el lugar correcto y, además, para tratar de que quepa, debes saber que no siempre es bueno guardar todos los alimentos en la nevera. Es bastante lógico pensar que carnes, pescados, embutidos y demás alimentos frescos deben ser almacenados en el frío de la nevera, pero… ¿Ocurre lo mismo con otros alimentos como las cebollas, la fruta, el pan o el chocolate? A continuación te contamos cuáles son los alimentos que nunca debes almacenar en el frigorífico.
Alimentos que no debes meter nunca en el frigorífico:
Patatas
La patata contiene una gran cantidad de almidón, que cuando está en frío se transforma en azúcar. Es por ello importante que conservemos las patatas dentro de una bolsa de papel, tela o rejilla, que permita la circulación de aire, colocada en un lugar fresco y seco en el que no le dé la luz, como la despensa. En este apartado también incluimos las cebollas y los ajos, a los que el frío no les sienta nada bien. Eso sí, no debemos almacenar patatas y cebollas juntas, pues tardan mucho menos tiempo en pudrirse.
Frutas tropicales
Frutas como el plátano, el mango, la sandía o la piña, comunes en nuestra dieta, proceden de países cálidos en los que crecen y maduran a altas temperaturas y con grandes niveles de humedad. Esta es la razón por la que, cuando metemos un plátano verde en la nevera, en lugar de madurar correctamente, se acaba pudriendo. Lo mismo ocurre con el resto de frutas tropicales: aunque nos parezca extraño, cuando están sin empezar es mejor conservarlas fuera de la nevera, en un bol o frutero grande junto al resto de frutas y hortalizas aptas para permanecer a temperatura ambiente. Una vez empezadas sí que debemos mantenerlas en frío ya que, además de que nos apetecerán más frescas, se conservarán en mejor estado durante más tiempo.
Aguacate
¿Sabías que el aguacate no es una verdura? ¡Es una fruta! Y tropical, por cierto, por lo que ocurre lo mismo que en el caso anterior. Si todavía está verde, para que se mantenga en las mejores condiciones y madure bien, el aguacate debe permanecer unos días a temperatura ambiente sin que le dé la luz del sol, en el interior de una bolsa o cubierto con papel de periódico. Una vez está maduro o lo hayas abierto, consérvalo en el frigorífico (si guardas la mitad, que sea la del hueso, para que no se oxide tan rápido).
Pan
El pan, salvo cuando es de molde, no debe guardarse en la nevera. El frío lo endurece y hace que pierda sabor. Lo ideal es congelarlo en trozos o rebanadas envueltos en film cuando nos sobra o almacenarlo en una bolsa de tela, si lo vamos a terminar en unos días, en un lugar fresco y seco.
Tomate
El tomate pierde sabor en la nevera, pues el frío rompe sus fibras y hace que este se torne harinoso y que no sepa a nada. Por eso, es mejor que madure en el frutero, lejos del frío, para que sepa a lo que verdaderamente tiene que saber: ¡a tomate!
Café
El café es un grano tostado y seco y su lugar no está en la nevera. Cuando lo introducimos en frío, el grano pierde sabor y tiene a absorber olores por lo que, para que conserve su perfecto sabor es mejor conservarlo dentro de un bote en un lugar fresco y seco.
Chocolate
En verano es muy común que tendamos a meter el chocolate en la nevera para evitar que se derrita. Sin embargo, si realmente deseamos disfrutar de una ración de este dulce manjar en óptimas condiciones, deberemos almacenarlo en un lugar fresco y seco. Será la única manera para que no nos lo encontremos duro y con una capa blanquecina que lo haga mucho menos apetecible.
Conservas
Las latas de atún, sardinas, mejillones y otros alimentos en conserva como los espárragos, los garbanzos o las judías verdes, están preparadas para permanecer en perfectas condiciones a temperatura ambiente durante largos periodos de tiempo. Es mejor conservar las latas y botes en un lugar fresco y seco y, una vez abiertos, guardarlos en la nevera y consumirlos en pocos días.
Cítricos
Los cítricos -naranjas, limones, pomelos, limas…- no necesitan frío para mantenerse en perfectas condiciones, sino todo lo contrario: con el frío tienden a pudrirse en menos tiempo.
Aceites
Si alguna vez has metido el aceite en la nevera, habrás observado que cambia por completo su apariencia y, a consecuencia del frío, empieza a crear partículas de color blanco. Esto no altera su sabor, pero sí nos hace perder espacio y energía, por lo que siempre es mejor mantener el aceite a temperatura ambiente.
Salsas
¿Nunca te has fijado en que en los establecimientos de comida rápida el ketchup y la mostaza están siempre sobre las mesas, fuera del frigorífico? Eso es porque tienen un alto contenido en vinagre y conservantes y, por ello, se mantienen perfectamente a temperatura ambiente durante largos periodos de tiempo.
Especias, pasta y arroz
Igual que ocurre con el café, las especias, la pasta y el arroz son alimentos secos, por lo que nunca necesitarán que los almacenemos en frío.
Ahora que ya sabes qué alimentos no hace falta guardar en la nevera, seguro que te queda mucho más espacio para el resto de ingredientes frescos para preparar platos exquisitos.
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