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Con las prisas y el mundo ajetreado en el que vivimos, muchas veces compramos cosas para comer y luego al llevarlas al frigorífico no sabemos donde ponerlas. O si aumenta el número de personas que vive en una casa, nos encontramos que en la nevera empieza a faltar espacio para los alimentos.
Obviamente, siempre tienes el recurso de comprar un frigorífico más amplio, sobre todo si va a vivir más gente que cuando compraste el antiguo. Pero también puedes poner en práctica unos cuantos sencillos trucos que te servirán para ahorrar espacio, tener todo más organizado y que no acumules alimentos sin necesidad. Descubre cómo aprovechar el espacio del frigorífico.
Saber cómo es tu frigorífico y colocar las cosas en su sitio
Lo primero y básico es conocer para qué es cada estante del frigorífico. Normalmente suele ir indicado con símbolos. Y por supuesto, colocar las cosas donde toca. Si tu frigorífico tiene huevera, pon ahí los huevos en lugar de dejarlos en el envase. Además, la forma de colocar los alimentos en la nevera es:
- Las verduras en los cajones de abajo: los cajones de abajo están preparados para la fruta y verdura. No hace falta que la laves para que no pierda humedad. Si tu nevera es No Frost, cúbrelas con un papel de aluminio para evitar que se resequen.
- La carne en la parte de arriba. Hay frigoríficos con una bandeja para carne y pescado en la parte superior para que se conserven más fríos.
- Lácteos en la parte de arriba.
No guardar latas ni conservas en la nevera
Las latas y conservas están hechas adrede para estar fuera del frigorífico largo tiempo sin que el alimento se estropee, así que es absurdo meterlas en la nevera ocupando espacio. En cuanto a las latas de refresco o cerveza para que estén frías, la clave es ir metiendo latas conforme vayamos consumiendo, por ejemplo de dos en dos, y no tener ocho latas a la vez en la nevera ocupando espacio.
Poner las botellas en forma de pirámide
Hay veces que las botellas (de agua, vino, etc) no nos caben en la parte de la puerta de la nevera. La solución es ponerlas tumbadas en forma de pirámide. Para que no se muevan puedes emplear clips a los lados de la botella tumbada para que haga de tope. El espacio liberado de la puerta lo podemos emplear para poner botes de salsas, mermeladas…
Utiliza envases herméticos para guardar las cosas
La mejor forma de organizar la comida preparada es en envases del mismo tamaño que te permitan luego aprovechar el espacio en el frigorífico. Adapta la forma y cantidad de alimentos que queremos guardar al tipo de fiambrera.
No metas ollas, bandejas o sartenes
Este punto está relacionado con el anterior. Si cocinas por ejemplo una paella y te sobra la mitad, no metas la sartén en la nevera porque ocupará mucho espacio. Distribúyela en envases herméticos. No sólo ocupará menos espacio sino que además la comida se conservará mejor.
Cubre la superficie que puedas con papel de aluminio
Más que una medida de ahorrar espacio es un consejo para evitar que, en caso de que se derrame o ensucie algo, tengas que desmontar o sacar todo de la nevera para limpiarla. Pon un papel de film o de aluminio debajo de las bandejas y estantes para evitar la suciedad, y cuando esté sucio, lo cambias y listo.
Deja a la vista en una caja los alimentos que vayan a caducar o vayas a consumir primero
Muchas veces se acumulan en el frigorífico alimentos caducados porque los tenemos escondidos entre los estantes y no nos damos cuenta. Esto no sólo ocupa espacio sino que es un desperdicio de comida y de dinero. Procura siempre poner a la vista lo que vaya a caducar, si hace falta en un estante especial para ello.
Revisa la nevera antes de comprar y utiliza etiquetas para identificar los alimentos, sobre todo en congelados
Antes de hacer la compra, ten muy claro qué te hace falta y qué no y si es necesario revisa tu nevera. En ocasiones compramos productos que ya tenemos en el frigorífico empezados porque no nos acordamos, ocupando por tanto más espacio y gastando sin necesidad. Para poder identificar mejor los productos, usa etiquetas. Esto es muy útil en el congelador, donde tenemos a veces carne o pescado congelado en bolsas y no lo recordamos.