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En la actualidad, cocinar con una placa de gas butano puede sonar anticuado. Se tiene por un sistema propio de otra época y mucha gente suele pensar que la inducción y el gas natural son mejores opciones.
Sin embargo, el gas butano no solo es una posibilidad tan válida como cualquier otra, sino que además resulta muy barata, lo cual es un factor muy a tener en cuenta. El gas natural es una fuente de energía más cara, y ya ni hablemos de los sistemas que se alimentan con electricidad, cuyo precio no deja de subir.
Aunque durante mucho tiempo la tendencia ha sido sustituir en nuestros hogares el gas butano por placas vitrocerámicas, con la crisis mucha gente ha vuelto al sistema tradicional. El motivo puede ser principalmente económico, ya que el butano conlleva un gran ahorro, pero también influye el hecho de que sus prestaciones son, no solo equiparables, sino en ocasiones mayores que las de, por ejemplo, la inducción.
Que el gas butano haya sido la fuente de energía preferida en las cocinas durante tanto tiempo no es casualidad. Además del factor económico, hoy en día tan importante, su uso ofrece numerosas ventajas:
Por esta razón, en muchas cocinas profesionales se sigue utilizando el gas butano como fuente de energía. Los grandes chefs siguen confiando en la fiabilidad de su llama.
El foco de calor es perfectamente visible y se puede controlar en todo momento. Además, se reparte uniformemente por toda la superficie del utensilio empleado.
La placa de gas butano no requiere de recipientes específicos para su utilización. Aplica el calor de la misma forma a las cazuelas modernas que a las tradicionales de barro.
Es un sistema hecho para durar y que requiere muy poco mantenimiento.
El único inconveniente que puede presentar una placa de gas butano respecto a otros sistemas es el de la limpieza. Sin embargo, también la tecnología ha avanzado en este aspecto. Puedes recurrir a novedosos sistemas como el llamado cristal-gas, que combina la comodidad de las vitrocerámicas con la eficiencia energética del butano.
Los usuarios de placas de gas butano notan especialmente sus ventajas cuando les llega la factura de la luz a fin de mes. En la actualidad, con las oscilaciones del precio de la electricidad, utilizar este sistema es una garantía segura de ahorro.
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